Icono de tres cartas de una baraja de naipe y una flecha.


Cierto día del año 1654, Blas Pascal (1623 – 1662) matemático francés, hacía un viaje en compañía de un jugador más o menos profesional, conocido como el caballero Meré, quien era una persona apasionada por el juego de los dados y las cartas, además un hombre ilustrado. Este caballero creyó que había encontrado una “falsedad” en los números al analizar el juego de los dados, observó que el comportamiento de los dados era diferente cuando se utilizaba un dado que cuando se empleaban dos dados.

La “falsedad” partía simplemente de una comparación errónea entre las probabilidades de sacar un seis con un solo dado o de sacar un seis con dos dados. Para este caballero debería existir una relación proporcional entre el número de jugadas necesarias para conseguir el efecto deseado en uno y otro caso.

El problema radicó en que no tuvo en cuenta que en el segundo caso estaba analizando una probabilidad compuesta en donde las probabilidades se deben calcular multiplicativamente. En una carta de Pascal a Fermat en la que narraba esta anécdota concluía que “el caballero Meré tiene mucho talento, pero no es geómetra; ésto es, como sabéis un gran defecto” (carta del 29 de julio de 1654, citado en Restrepo y González, 2003, p.83).

El caballero Meré analizó, además, ¿en qué proporción deberá ser recompensado un jugador? si en ocho lanzamientos consecutivos de un dado al intentar obtener un uno, el juego se suspende luego de haber fallado en tres intentos.

O bien ¿Cómo dividir 64 doblones de oro? Si dos jugadores han apostado 32 doblones de oro en una partida de dados en la que cada uno elige un número diferente, y ganará el primero que obtenga en tres lanzamientos el número que eligió y si después de cierto tiempo el número elegido por el primer jugador ha salido en dos ocasiones y el del segundo apostador ha salido solamente en una ocasión el juego se suspende.

Una vez analizadas estas situaciones que fueron expuestas por el caballero Meré en una carta a Pierre Fermat, tanto Pascal como Fermat coincidieron en que en la segunda situación el primer apostador debería recibir 48 doblones de oro.

A partir de estos cuestionamientos del caballero Meré se origina la teoría de la probabilidad. (Restrepo y González, 2003)

Imagen de Blaise Pascal.

Es importante señalar que, a partir del abordaje de los cuestionamientos relacionados con situaciones de la cotidianidad que hicieron que grandes estudiosos de la época desarrollaran nuevas teorías que permitieran analizar las situaciones mencionadas, en este caso por ejemplo, la probabilidad.